ESA DELGADA LÍNEA… MANEJAR EL “ENOJO”!

¿Qué pasa cuando, más de una vez, escuchamos, leemos y nos quiere convencer, la Psicología moderna, que debemos recurrir a yoga, control mental; alguna actividad recreativa, cuando adentro nuestro tenemos un “Volcán”?.


Eso, el “enojo”, debemos controlarlo nosotros mismos!.


Buscar el “orígen” que provoca nuestros “enojos”.


¿Tal vez algo que debimos decir y no lo dijimos a tiempo?.


¿Tal vez ese tiempo que ocupamos en “otros” y, aunque el resultado fue satisfactorio, no fue reconocido?.


Debemos aprender a “medir” nuestros tiempos. Qué porcentaje para los demás y qué porcentaje para nosotros mismos.
¿Hasta dónde “cedemos”, sin darnos cuenta?.


Pues, entonces, no nos “enojemos”!.


Seamos inteligentes y equilibremos todo lo que hacemos!.


El día, tiene veinte y cuatro horas, ¿Cómo lo administramos?.


Volvamos a la pregunta del millón:


¿Qué nos “enoja”?.


¿Qué indiquemos algo, que sabemos que el resultado “funciona”, y no se nos “escucha”?.


Cada vez, es más común!.


¿Es, acaso, que hablamos otro “idioma”?.


Si identificamos que no podemos lograr la misma “frecuencia” de comunicación, ¿Qué hacemos?.


¿Tratamos de hacernos entender, o nos “enojamos”?.


Lo más cómico, y triste, es que gastamos energía para nada, nos “desgastamos”; según otros, nos portamos “mal” y no logramos nuestro objetivo!.


El dominio del “enojo”, el triunfo sobre él, es hallar la medida justa entre la situación, en qué grado de importancia o “fase” nos encontramos; si vale la pena actuar y, sopesar esa situación si realmente vale la pena!.


Debemos comprender que no somos los “otros” y, que esos “otros”, las demás personas tienen una óptica de Vida diferente, nada más.


Inteligente postura es identificar esto y comprender que, lo más importante, es tratar de vivir de modo armónico y…Evitar los “enojos”!.


No es dejarse llevar a la deriva; ESO SERÍA NO HACER HONOR A LA Vida!.


Es comprender que podrán haber cosas, situaciones que no nos gusten; no por eso debemos “castigar” a los demás y “castigarnos”. Eso, no es inteligente.


Lo inteligente es identificar cada situación, sopesar sus implicancias y ver si realmente vale la pena el desgaste energético de un “enojo”…Y actuar!.



Así, con el tiempo, nos volveremos más “sabios”; manejaremos mejor los tiempos, para otros y los nuestros y comprenderemos, observando; sopesando y sintiendo cada situación y veremos cómo se irán “desintegrando” nuestros mal manejados “Enojos”.


ADRIANA A. GROSSI
PSICORIENTÓLOGA
23/06/11