Es bien cierto que hay un montón de situaciones donde se experimenta tensión. Según se nos haya instruido, hayamos aprendido; experimentado y asimilado, serán nuestras reacciones.
Las más de las veces, se nos presenta y, más, se espera de nosotros que, ante cada situación, por más enervante que sea, nos presentemos como impávidos actores del Arte Kabuki; donde, a pesar de tener una batalla campal en nuestro interior, no se nos mueva ni un músculo!.
Es bien sabido que, debemos estar alertas a muchas cosas y responder en concordancia. Vendría a apreciarse como una leve cuota de tensión superficial con la que actuaremos con resolución. Sí, según dónde nos encontremos, lo que debamos hacer; y, para obtener el resultado deseado.
Eso, según el caso, podrá reconocerse como oficio y, hasta como maestría.
Ahora bien. Pasemos a un "algo" más profundo: Para que haya un tipo de tensión, el cerebro debió dar una "orden" específica para accionar como respuesta a cierto tipo de situación. Un Efectivo, muy bien entrenado, "regulará" esa acción según el caso. Pero no queda sólo la ahí la situación.
No sólo el cerebro se ocupó de dar la señal de alarma y la posterior orden; sino, que envió la orden de acción a todo el cuerpo para actuar en concordancia. Todo un sistema nervioso, las hormonas, el flujo sanguíneo; sus glándulas para termorregular ese cuerpo y más, mucho más.
Se ejecutó la acción, lo mejor posible y según la circunstancia. Volvió ese cuerpo a un cierto estado de "reposo". ¿Reposo?... Pero no es así!. Ese organismo, sufrió un grado de tensión mucho mayor a lo que puede identificar ese Efectivo. Sumemos, según el caso, si está en una Misión....¿Cuántas situaciones de tensión tiene a cada instante?.
Y, pero aún: ¿Tuvo oportunidad de descargar todo ese torrente de adrenalina en su cuerpo?. Si realmente pudo hacerlo, su organismo todo, puede decirse que ha logrado un equilibrio hormonal en su cuerpo.
Si no lo logra o no se le presenta, deberá recurrir a hacer ejercicios para nivelar también su mente. La tensión muscular, debe "combatirse" con mayor actividad muscular. Es hasta lograr ese "quiebre", sutil pero presente, hasta que la mente se de cuenta que está en tensión y mucho más que muscular. Los músculos...Son sólo una respuesta de esa actitud mental.
Una mente "cargada", no responde a nada lógico; y, sus resultados, pueden derivar hacia el desastre. Tanto a nivel individual como, también, puede afectar al grupo de personas que compone.
Importante es que, cada Efectivo, ante una situación que sobrepase su disposición individual, recurra a su Superior inmediato. Primeramente, para poner en aviso que dicho Efectivo no se siente en capacidad de responder según se espera; y, segundo, para que ambos busquen el mejor modo de solucionar dicha situación.
No... tensión, aunque leve; no se trata de ponerse en posición de firmes ante un desfile, o ante un superior.
La tensión ante los distintos estímulos del entorno, hasta nos son útiles para estar más en contacto, más alertas con nuestros distintos entornos. Pero, está en cada uno el saber reconocer cuándo, una tensión, va más allá de lo que podemos resistir.
ADRIANA A. GROSSI
PSICORIENTÓLOGA
10/10/11
