Ahora bien, encontramos que identificamos a una persona, como enemiga, o un grupo, etc. "algo" nos hace que le o les identifiquemos como tal.
¿Qué nos lleva a ello?.
¿Es su piel, su raza... Su corazón?.
Un enemigo, viene a resultar ese "algo" que nos representa algo hostil.
* Nos inquieta.
* Notamos que tiene, ya sea de forma directa o velada, una reacción hacia nosotros no tan... "Amigable".
¿ Qué podemos hacer?.
¿ Cómo sacamos provecho de la experiencia?.
* Si nos altera el sólo hecho de saber que existe... Nos hace débiles y le estamos dando "poder", un poder que , quizás, ni siquiera tiene o existe.
¿ Qué nos está pasando?.
Descubrimos que, de algún modo... Nos ha tomado por sorpresa en algo, de algún modo hemos dejado "flancos" débiles que no teníamos en cuenta.
Si ese enemigo se da cuenta de lo que está pasando... podemos tener muchos problemas!.
... Estudiemos a ese enemigo.
... ¿ Qué nos hace sentir "inquietos"?.
... ¿ Qué hace que le veamos e identifiquemos tan... seguro?.
Aprendamos de él.
... Observémosle en todo aspecto.
... "Nutrámonos" de su seguridad y...
... Estudiemos todos sus movimientos, sus preferencias; y, lo más importante: sus miedos!.
Más de una vez, tendríamos que estar más que agradecidos del "enemigo".
... Es quien nos enseña a estar alertas.
... Es quien nos empuja a buscar todo tipo de estrategias.
... Es quien nos enseña a descubrir que tenemos potenciales como para sortear momentos que no teníamos previstos..
... Nos hace fuertes!.
Y, con el tiempo, nos daremos cuenta que, una vez fortalecidos, nuestra óptica de las cosas serán más que diferentes.
... Tal vez, ese enemigo, sólo debía pasar cerca para darnos cuenta de algunas cosas sobre nosotros mismos. No será amigo, pero tampoco enemigo.
... Sólo alguien que está del otro lado de donde estamos nosotros.
ADRIANA GROSSI
12/02/13
