jueves, 10 de abril de 2014

ERRADIQUE DE SU VOCABULARIO EL... "DESPUÉS LAVO"!.





Es verdad que, cuando preparamos una comida, el tiempo se nos va "volando", los preparados "crepitan" y los tenemos que cuidar...

... Pero...

... Cuidado!.

Debemos hacernos tiempo como para ir lavando y ordenando los utensillos que ya no utilizamos.

...¿ Qué tenemos...?

ORDEN!, MÁS ESPACIO Y... CONTROL!.

Más de una vez, se habrá comprobado que se nos puede haber ido el "entusiasmo" después de haber puesto toooooooooodo el empeño en realizar una comida... O varias a la vez, y...

... Cuando depositamos el repasador en su lugar... Encontramos pilas y pilas de utensillos y elementos que utilizamos, "saludándonos" con su sonrisa "siniestra", como diciéndonos: "Aquí estamos"!.

Es cuando solemos experimentar esa cierta "angustia" de comprobar que nos falta bastante como para "alejarnos" de la cocina!.

Seamos prácticos. Aprovechemos todo ese "ímpetu" creativo culinario de los primeros momentos y alternemos los tiempos entre ese "espíritu" creativo y la limpieza sistemática que nos va a gratificar.

Si hemos trabajado con elementos grasos, repasemos las superficies de los utensillos con papel de cocina antes de ponerlos en remojo: Se gasta menos detergente y todo resulta más fácil de lavar. Hagamos todo por tandas, por volúmen y mucho orden: Lavado, colocar en la rejilla escurridora, (mientras controlamos las cocciones de nuestros preparados); y, luego, ir guardando cada cosa en su lugar. Hasta nos da la posibilidad de controlar más el "territorio" en que nos vamos desplazando entre una actividad y ... Otras.

Si previo a preparar la o las comidas que tenemos pensado realizar, nos hemos tomado el "prolijo" tiempo de preparar la "mise-an-place", para tener el "escuadrón" de platillos, fuentes y demás con los elementos para cocción, tendremos una deliciosa "claridad" mental de los elementos que tenemos pensado utilizar, y controlar el orden que amerita cada cocción. Algunos elementos, como carnes, verduras, etc. por su composición y textura, tendrán su orden para la cocción. Así, vamos logrando un "orden" de aromas que se irán "fundiendo" junto con sus texturas...

... Claro que, esa "primorosa" y prolija "mise-en-place", significa, casi siempre, una "Montaña" interminable de platillos y fuentes que hay que lavar...

... Más de una vez, aunque pretendamos mirar esa "montaña" de platillos-para-lavar, con una paciente y "benévola" sonrisa; "más-de-una-vez"... Tenemos ganas de gritar!.

Pues bien, evitemos todo eso: Lavemos por tandas, cantemos bajito y sigamos con todo el orden...

Por eso, por más que nos sintamos "valientes" cuando entremos a la cocina...



Erradiquemos de nuestro vocabulario el... "Después lavo".



ADRIANA GROSSI

10/04/14