Siempre se asocia la idea de "interrogatorio" con una imágen de un lugar "inhóspito", "estéril", práctico y que infunda desolación y "debilitamiento" psicológico al "interrogado".
... Sólo hay que elegir el lugar.
Siempre se asocia la idea de "interrogatorio" con una o varias personas, que, en el papel de "verdugos",- aunque a veces, estas personas, se "entusiasman" y la "disfrutan"-, buscan intimidar al "interrogado".
... Sólo hay que equilibrar el modo de realizarlo.
Si se recurre a la "violencia", el "interrogado" puede estar más que entrenado para no decir nada y transformarse en un "muro" silencioso, resistente a todo.
... Sólo hay que estudiar qué tipo de persona es el "interrogado".
* su idiosincracia.
* Cuál es su idioma y si la comunicación es "fluída".
* A qué le teme y hasta dónde puede llegar su temor.
* En qué situación, condición y lugar se le encontró.
* Cuáles son sus "mensajes" corporales.
* Si tiene características de "involucrado" a la situación.
Y...
... Si vale la pena "interrogarlo"!.
Siempre digo y sostengo que el mejor modo de captar una "realidad" de "algo"... Es la observación.
Luego, "invertir" el "orden" de "modalidad-de-interrogatorio".
Es sabido que toda persona que está expuesta a cualquier tipo de interrogatorio, inmediatamente se coloca en "modalidad-de-piloto-automático-de-crear-resistencia", aún si está en condiciones de terminar mal parado!.
Aunque parezca "sencillo" y que puede hacer perder el tiempo, una de las claves se tratar bien al invitado al interrogatorio.
Aunque no se crea, en el "interrogado" se le "quiebra" la estructura mental de: "Ahora-viene-el-problema" y le "descoloca" de tal manera que hasta llega a no saber qué hacer!.
"Si le quieres "desconcertar".... Trátalo bien"!.
Existen casos en que, pasado un tiempo, el "interrogado" se comienza a sentir extrañado e "inquieto" que llega un momento en que hasta está dispuesto a "cooperar".
Parece "utopía" pura... Pero resulta!.
ADRIANA GROSSI
25/11/12
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